miércoles, 22 de mayo de 2019

25 aniversario de Pulp Fiction en 25 curiosidades

Se cumplen 25 años desde que Pulp Fiction ganase la Palma de Oro en Cannes. Aquella primavera de 1994 el jurado presidido por Clint Eastwood dio la sorpresa premiando a un irreverente casi desconocido Quentin Tarantino, que ya había revolucionado el panorama cinematográfico indie dos años antes con su Reservoir Dogs. En aquellos años, Tarantino lo impregnó todo y los estudiantes de cine comenzaron a incluir la violencia tarantiniana en sus historias. Todos querían ser Quentin Tarantino. Que, además, tuviera el respaldo del gran premio del Festival de Cannes, le sirvió para que su obra se tomara en serio y nos diera la pista de que Tarantino se iba a convertir en un referente del cine y los jóvenes de aquella generación venerásemos sus películas de un modo un tanto irracional. Porque sí, su obra es para amarla u odiarla. Yo vi antes Pulp Fiction que Reservoir dogs, sí, yo en aquellos años estaba a tope con los colores de Kieslowsky, yo quería ser directora de cine, y reconozco que no era del club hasta que vi Pulp Fiction, retomé Reservoir dogs y me volví incondicional de Tarantino, qué le vamos a hacer.

Así que he indagado para saber un poquito más y estas son las 25 curiosidades que he elegido sobre el film que marcó el cine de los 90:

1. Tarantino escribió el guión en Amsterdam con su amigo Roger Avary partiendo de una historia de éste. (De ahí que Vincent Vega supiera tanto de esa ciudad.)

2. TriStar era la productora que estaba en el proyecto, pero cuando leyó el guión no quiso producirlo. (Demasiadas drogas, violencia y bad language.)

3. El guión tenía 160 páginas. Cuando se lo pasaron a Harvey Weinstein dijo: “¿Qué coño es esto? Esto no es un guión, es un listín telefónico.” Lo leyó en un vuelo de Los Ángeles a Nueva York y decidió producirlo. (Según dicen se lo pasó Danny DeVito.)

4. Fue la primera película que produjo Miramax tras ser comprada por Disney. (Quién lo iba a decir, Disney por medio de Pulp Fiction.)

5. En realidad, el personaje de Vincent Vega iba a ser el hermano gemelo de Vic Vega, personaje que interpretaba Michael Madsen en Reservoir dogs. Tarantino lo escribió pensando en el actor, pero éste prefirió trabajar en Wyatt Earp. Siempre se ha arrepentido. (El que no se arrepintió fue Travolta.)

6. Miramax presionó con su propio casting, Daniel Day-Lewis, Holly Hunter o Meg Ryan, fueron algunos de los nombres que se barajaron para los papeles de Mia y Vincent que finalmente interpretaron John Travolta y Uma Thurman. (Menos mal, esta pareja está perfecta.)

7. Uma Thurman no tenía ningún interés en el papel de Mia. Cuenta la leyenda que Tarantino le leyó el guión entero por teléfono. La actriz finalmente aceptó. (Supongo que para que Tarantino se callara de una vez.)

8. John Travolta rebajó su salario y cobró solo 150.000 dólares. (Con lo que ganó después, suponemos que le compensó.)

9. Steve Buscemi tuvo que rechazar el papel de Jimmie por problemas de agenda pero hizo un cameo como el camarero disfrazado de Buddy Holly en el Jack Rabbit Slim's. (Ni cuenta, pero cuando la vuelves a ver ya sí, ahí está Buscemi.)

10. La famosa cita de La Biblia que Jules recita, fue en realidad inventada por Tarantino y el propio Samuel L. Jackson. Solos las dos últimas frases pertenecen a Ezequiel 25:17. (Ahora id a ver Capitán América: Soldado de invierno, Nick Fury visita su propia tumba cuando se le cree muerto, y en ella se puede leer: "The path of the righteous man ..." Ezekiel 25:17., guiños, guiños)

11. La escena del restaurante se filmó en el Hawthorne Grill situado en el 13763 Hawthorne Boulevard, Hawthorne, California. El edificio fue demolido poco después del rodaje. (Así que mitómanos, no intentéis comer allí.)

12. No se compuso banda sonora original para el film. (Solo la música que le molaba a Tarantino.)

13. El Chevelle Malibu de 1964 que conduce Vincent Vega era el coche del propio Tarantino. El coche fue robado durante la producción del film. (Tarantino se pasó años buscándolo.)

14. La famosa escena en la que Vincent le inyecta la adrenalina a Mia fue rodada al revés, Travolta quitaba la jeringuilla del pecho de Mia. (Luego se montó reproducida al revés y todos los flipamos la primera vez que la vimos.)

15. El personaje de Trudi (Bronagh Gallagher) lleva una camiseta del grupo irlandés The Frames. La actriz prometió a su cantante Glen Hansard (su compañero de reparto en Los Commitments) que la llevaría si conseguía el papel en Pulp Fiction. (Larga vida a Los Commitments.)

16. El famoso baile de Vincent y Mia en el Jack Rabbit Slims está inspirado en el que realizan Gloria Morin and Mario Mezzabotta en Fellini 8½. (Por cierto, a Uma Thurman no le gustaba nada la cancioncilla de marras.)

17. La palabra “fuck” se dice 265 veces. (Casi todas salen de la boca de Samuel L. Jackson.)

18. Cronológicamente la última escena de la historia es cuando Butch y Fabienne huyen en la moto. Curiosamente, esa misma moto será la misma que se use en Jackie Brown y en Kill Bill: Volumen 2. (Me encantan esas conexiones.)

19. El libro que lee Vincent sentado en el retrete es Modesty Blaise una novela “pulp” de 1965. (Y habrá alguien que pregunte a qué viene el título de la peli.)

20. Su presupuesto fue de 8,5 millones de dólares más 10 millones que se gastaron en marketing. (

21. Se estrenó en Cannes un sábado a las 00:30 de la noche. Días después ganaba la Palma de Oro. (Así con nocturnidad y alevosía.)

22. Pese a su condición de película independiente y de bajo presupuesto, se estrenó directamente en 1.100 cines en EEUU en octubre de 1994. (Por la puerta grande.)

22. Fue la primera película "indie" que superó los 100 millones de dólares de recaudación en EE.UU. Fue la décima película en recaudación en 1994 a pesar de estar en menos pantallas que sus inmediatas competidoras. (Además, se estrenó en otoño, lo que la hace más meritoria.)

23. En febrero de 1995 recibió 7 nominaciones a los Oscar. Mejor Película, Mejor Director, Mejor Actor (Travolta), Mejor Actor de Reparto (Jackson), Mejor Actriz de Reparto (Thurman), Mejor Guión Original y Mejor Montaje. Solo Tarantino subió a recoger el único premio que ganó la película, el de Mejor Guión Original. (El de consolación.)

24. El American Film Institute la colocó en el puesto 7 en su lista de las 10 mejores películas de gángsters de todos los tiempos. (Fue uno de tantos en los que se la incluyó.)

25. En 2013, Pulp Fiction fue seleccionada por la Librería del Congreso de EE.UU. para ser archivada en el National Film Registry debido a su importancia cultural, histórica y estética.

¿A que hay ganas de volver a verla?

lunes, 18 de febrero de 2019

Qué puedes leer en 2019

Una forma de elegir lecturas para el año, más allá de los libros que nos vamos encontrando por ahí, o más bien que nos encuentran, es leer aquellos libros que estar de aniversario redondo. Así que estos son los libros que he elegido teniendo en cuenta su efeméride:
 
Historia de dos ciudades de Charles Dickens - 160 años
Se publicó como serial en All year round, la revista que editaba el propio Dickens, entre el 30 de abril y el 26 de diciembre de 1859. La ración dickensiana del año.

Guerra y paz de Lev Tolstoi - 150 años
En 1869 se publica uno de los libros más emblemáticos de la literatura universal. Tolstoi escribe su gran fresco de la Rusia napoleónica y el libro se convierte en un clásico. Un clásico que, en mi caso, permanece en la estantería paciente, esperando a que me decida a leerlo. Su 150 aniversario, parece la excusa perfecta, la pregunta es ¿lograré terminarlo?

La educación sentimental de Gustav Flaubert - 150 años
Publicado también en 1869, es otro clásico decimonónico y última novela que el escritor francés publicó en vida. Siempre ha estado en mi lista de pendientes.

Insolación de Emilia Pardo Bazán - 130 años
En 1889, se publica una de las novelas más famosas de la gran escritora gallega Insolación de Emilia Pardo Bazán, ya va siendo hora de volver a leer a Doña Emilia.

La lotería de Shirley Jackson - 70 años
En 1949 se publica el relato que hará famosa a su autora. Un texto del que hasta hace poco nunca había oído hablar pero que me intriga y tengo ganas de leer.

Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado de Maya Angelou - 50 años
Fue su primera novela y, además, autobiográfica. En 1969 se publicó por primera vez y ahora la tenemos recuperada por Libros del Asteroide.

El club de la buena estrella de Amy Tan - 30 años
Se convirtió en un libro famosísimo en los 10, supongo que mucha culpa la tuvo la película. Aunque, por supuesto, vi la película cuando se estrenó, ahora toca leer el libro.

¿Cómo escogéis vuestras lecturas a lo largo del año?

martes, 20 de noviembre de 2018

Clara Campoamor, por Laura Mañá

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El 19 de noviembre se cumplieron 85 años de la primera vez que las mujeres pudieron votar en nuestro país. A pesar de tener a prácticamente todo el mundo en contra, fue el empeño de Clara Campoamor la que consiguió que el sufragio femenino fuera una realidad en la España de 1933.

Laura Mañá fue la encargada hace 7 años de llevar este logro a la pantalla, en este caso de televisión, con una estupenda TV movie que narra, de forma concisa, sin aspavientos ni florituras todo el proceso que tuvo lugar hasta que se consiguió una votación favorable al sufragio femenino.

Muchos años tuvieron que pasar para que se le rindiera homenaje a una de las mujeres más importantes de nuestra historia. Por su fuerza de voluntad, su integridad, su esfuerzo y su trabajo. En esta ocasión, será la estupenda Elvira Mínguez la que encarne a Campoamor y la dote de la seriedad y la inteligencia que el personaje se merece, sin perder la humanidad de una mujer, adelantada a su tiempo que tuvo que luchar contra todas las trabas que le ponía la sociedad de entonces a la mujer para lo que echó mano de una personalidad arrebatadora, independiente y de una fuerza casi inquebrantable para enfrentarse a un parlamento en el que las derechas se mofaban y las izquierdas temían que el voto de las mujeres estuviera demasiado condicionado por la iglesia y los maridos.
 
El guión está basado en el libro de Isaias Lafuente, La mujer olvidada, que narra de forma novelada todo este proceso y nos devuelve a esta mujer que murió olvidada en el exilio y para la que ningún homenaje será nunca suficiente.
 
La película, además, se puede ver completa en la web de RTVE.

lunes, 23 de abril de 2018

En defensa de los correctores

Es sabido en el mundillo editorial, que una de las figuras más castigadas y peor tratadas a nivel laboral es la del corrector ortotipográfico. Su externalización precaria, ha llegado incluso a que desparezca por completo de muchas editoriales. Ello ha llevado a una dramática bajada de la calidad de las correcciones, dando al lector una pésima impresión sobre la calidad editorial.
 
Recuerdo hace muchos años, una compañera de trabajo, se indignó muchísimo porque había encontrado una errata en un libro. Una. Dijo que iba a escribir a la editorial porque eso no se podía consentir. En aquel momento no le di mucha importancia. Tal vez porque yo apenas nunca vi una errata y me pareció que una no podía ser un dramón.
 
Pero pasaron los años y los errores ortotipográficos comenzaron a proliferar, recuerdo leer un número de Fotogramas allá por el año 2004 en el que no pasaba una página que no estuviera libre de fallos.
Y poco a poco los libros que iba leyendo contenían más y más errores ortotipográficos.
 
Hasta que llegamos al momento acutal y al libro peor corregido (si es que alguna vez lo estuvo) que haya leído: Max Perkins. El editor de libros de la Editorial Rialp. Es todo un despropósito. Desde el típico error ortotipográfico, hasta faltas de ortografía tales como "hecho" del verbo hacer sin hache, o "distes" y "vistes" en lugar de "viste" o "diste", hasta comerse palabras enteras en un frase.
 
En serio, la necesidad del corrector ortotipográfico no es baladí, es más, es fundamental porque es como realizar un control de calidad y  los lectores no nos merecemos libros en tales condiciones. A fuerza de recortar costes, las editoriales se han cargado el buen hacer y han optado por el todo vale, total, si nos ahorramos el corrector quién lo va a notar.
 
Pues las personas que leemos, lo notamos y es indignante, y las muchísimas personas preparadas para corregir, deseosas de un empleo digno, también. Porque en el fondo nadie compra un jersey si le falta un punto o una taza con un desconchón. Así que, por favor, devolvamos a los correctores y correctoras su lugar (necesario e imprescindible) en el mundo editorial. Y tomémonos en serio los libros.

Porque como el propio Perkins dijo: "Nada puede tener la importancia que tiene un libro".

martes, 30 de enero de 2018

Undateable Greta

Carta abierta a Greta Gerwig

Cómo empezar. Qué decirte. Lo primero felicitarte por todas las nominaciones que has conseguido para tu película Lady Bird. Estoy deseando verla, aunque en España tendremos que esperar un poco, pues no la estrenan hasta abril. Seguro que es estupenda, y estoy deseando verla. Tú y yo sabemos que solo tienes posibilidades con el Oscar al Mejor Guion Original, tal vez Laurie Metcalf o Saoirse Ronan tengan más suerte. Sí sabemos que ha sido la nominación políticamente correcta, con la que está cayendo en Hollywood, alguna directora tenía que haber, para que nos callemos, más que nada. Sé que, probablemente te lo merezcas y sé que seguramente había por ahí muchas más directoras que también lo merecían, pero te ha tocado a ti. Entiéndeme, migajas las justas. El año que viene, les tocará a otros. Este año has tenido suerte.

Sé que lo sabes, pero también sé que aprovecharás este momento, porque no se da todos los días y aunque sean migajas, hay que comérselas. No sabemos cuándo volverá a suceder. Ójala algún día, las directoras se coman, al menos, medio pastel.

Y sabes otra cosa, que me alegro un montón por ti, porque me caes bien, porque Frances Ha es una de mis pelis favoritas y porque creo que este es el comienzo de algo grande para ti y para los que tenemos la suerte de disfrutar de tu trabajo. Porque la udateable Frances, la patosa Frances, la divertida Frances, se ha convertido en la triunfadora Greta, en la adorada Greta... así, sin hacer ruido. Con calma y sencillez y sobre todo con mucha honestidad. Sí, porque estás aquí para quedarte.

http://ladybird.movie

Mucha mierda para el 4 de marzo.

lunes, 22 de enero de 2018

Invierno



Los árboles han perdido sus hojas,
demuestran así su fortaleza,
al enfrentarse a los rigores del invierno
desnudos.

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El suelo escarchado crujía bajo sus pies.
Sus pisadas despojaban a la hierba de su tul de hielo,
asomaba verde otra vez.

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La última hoja cerró el ciclo.
El árbol miró al cielo, triste y cansado,
avergonzado de su desnudez.

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Llegado el invierno,
todavía hay árboles que lucen pudorosos sus ropajes,
hechos ya jirones,
y los muestran vanidosos
cuando el sol los ilumina y los hace refulgir.

viernes, 24 de marzo de 2017

Encarna, más allá de Elena Fortún

Escribe Carmen Martín Gaite en su Pesquisa tardía sobre Elena Fortún: "A la niña que yo fui no le importaba nada de Elena Fortún, pero a la mujer que soy ahora nada puede gustarle tanto como seguirle el rastro a aquella escritora que sin duda llevaba una niña dentro y me la regaló para que jugara con ella." Y en los últimos tiempos aquella mujer, Elena/Encarna, está siendo recuperada y nos importa y mucho. Se ha recuperado su novela póstuma, sus cartas a Carmen Laforet, su obra y vida más allá de Celia se están reincorporando a nuestra memoria cultural y, al igual que está sucediendo con otras mujeres relegadas de nuestra historia, Elena Fortún está haciéndose el hueco que se merece por derecho propio en la historia, en este caso literaria, de nuestro país.

Elena Fortún, ilustración de Bealuc
Elena Fortún, ilustración de Bealuc

En este post me gustaría hablar de la persona, Encarna, que porta a la escritora, Elena, porque como persona fue una mujer fascinante, compleja, empática, apasionada, llena de contradicciones, humilde que no puede dejar indiferente a quien se acerca a ella.

Encarna, era una mujer tenaz, de gran fuerza de voluntad, que trabajó incansablemente, llegando a ser el sustento principal del matrimonio. Sin embargo ella, en sus últimos años sentía que había fracasado en muchos aspectos, una mujer brillante y voluntariosa que, en 1951 escribía a su amiga Inés Field:

 “No soy buena. Tú sabes que no lo he sido, que he destruido un hogar, que no he sabido ser esposa, ni madre, ni administradora del dinero familiar. Todo lo he hecho mal. Nunca he pensado en hacer la felicidad de los otros, sino la mía. He sido vanidosa, caprichosa, inconsecuente…”

Unas palabras que nos dan idea de su tormento interior, de su baja autoestima, tal vez porque mientras triunfaba como mujer moderna, se veía fracasada como mujer tradicional y esa contradicción de fallar en los valores tradicionales tal vez fuera su mayor desasosiego. E incluso así, Encarna era una persona que constantemente cuestionaba los valores tradicionales y los daba la vuelta porque, como señala Nuria Capdevilla-Argüelles, "sintió que vivía una época de cambio en la que la forma de vivir decimonónica y tradicional, desaparecía para dar paso a una nueva era, la era de la modernidad". Y ese momento de cambio que vivía en Encarna, lo podemos ver reflejado en sus pensamientos sobre diferentes cuestiones que, gracias a sus cartas y artículos periodísticos, nos dan una idea de su compleja personalidad:

Educación

Encarna, creció en un ambiente tradicional y su educación fue, como la de cualquier niña de finales del siglo XIX en España, deficiente y escasa. Así, pues, su obsesión por aprender y cultivarse, la llevó a estar constantemente estudiando, asistiendo a conferencias, convirtiéndose en una ávida lectora.

En este aspecto, fue muy crítica con la educación que recibían las mujeres y lo reflejó en sus primeros artículos periodísticos. Se ensaña, sobre todo, con la ignorancia de las madres que educan a sus hijas en la resignación y en el único fin de conseguir marido, situación que ella misma sufrió en sus propias carnes. Así, Encarna escribía:

“… la educación de las hijas quedó relegada a segundo término, y mientras los padres gastaban lo que podían (…) en dar una buena carrera a sus hijos, la hija que habría de administrar un hogar, ser madre, y enfermera de los suyos y afrontar, tal vez la vida en la orfandad o la viudez, no necesitaba preparación alguna.”

Pero cuando regresó a España a finales de los años 40, la situación no era mucho más alentadora. Se topó con la dificultad para encontrar libros que leer, con conferencias a las que asistir, que en su mayoría, estaban censuradas por los sacerdotes que, como ella se quejaba, no tenían ninguna educación ni cultura. Se encontró, en definitiva, con una España beata y sumergida en la ignorancia.

Además, la educación de las niñas, seguía estando en manos de las monjas. Los niños y las niñas estaban separados y, a su vez, los pobres y los ricos también. Encarna no podía soportar las injusticas sociales, ver a las niñas pobres en sucios barracones y vistiendo harapos, al lado de las niñas ricas vestidas con sus impolutos uniformes. Encarna comparaba la educación en España con la de América donde todos los niños, sin distinción de clases, iban a las llamadas Escuelas Nacionales “porque la cultura es la misma para todos y es herencia de todos”, le escribe a su amiga Mercedes.

Matrimonio

Como ya apunté en su momento, el matrimonio de Encarna fue bastante desgraciado. Se casó porque era lo que tenía que hacer y aunque, gracias a su matrimonio con Eusebio de Gorbea, pudo acceder a la vida intelectual y cultural de Madrid, distó mucho de ser un matrimonio feliz. Ya en el año 1924, estuvo a punto de dejar a Eusebio, algo de lo que se arrepentiría años después. También en su huida de España, tuvo la tentativa de no seguir a Eusebio. Ya en Argentina Encarna escribe a Mercedes:

“Eusebio no soporta a la gente y yo no le impongo mi vida, pero tampoco me someto a la suya. Mis años me dan derecho a vivir a mi gusto.”

Así pues no es de extrañar que siempre esté aconsejando a sus amigas más jóvenes que no se casen. A la hija de su amiga Mercedes, le escribe en 1934:

 
“¡No quisieras que te casaras, querida mía! Tú eres una chica moderna y los españoles siguen siendo unos moros. La mujer tiene que darles hasta sus pensamientos más íntimos, carecer de personalidad, [no] tener más ambiciones que las que él tenga y demostrarle en todo momento que él es un ser superior y ella un reflejo de él… ¡Pobre de ella si tiene personalidad! Al principio, esto es delicioso. (…) Pero la vida es larga y hay tiempo para todo. Una mujer es un ser humano y no puede ser una cosa.”


Y sobre Carmen Laforet, le comenta a Mercedes:

“Cuando la conocí, la aconsejé que no se casara. Si estaba enamorada, debía hacer un amante de ese hombre, con lo cual él la admiraría y estaría orgulloso de tener por amante a una mujer como ella. (…) ¡Ay, no me hizo caso! (…) Me parece que el marido me detesta: siempre los maridos me han detestado porque les he dado malos consejos a sus mujeres, y tal vez por eso ella me adora con un amor tan determinado”.

Religión

Encarna fue educada en la férrea doctrina católica que imperaba en la España de la época, de la que su madre era una fervorosa practicante. Encarna siempre buscó la espiritualidad, pero alejándose de la doctrina católica en un primer momento. De hecho, ella y Eusebio abrazaron la Teosofía y se hicieron vegetarianos, pero educaron a sus hijos fuera de la fe católica. Pero en Argentina, gracias sobre todo a la influencia de Inés Field, Encarna conoce otra forma de acercarse al cristianismo, que nada tiene que ver con el oscurantismo y férreo dogmatismo del catolicismo español que ella había conocido en su infancia. Esta nueva aproximación a la fe cristiana será para ella, en sus últimos años fuente de gran consuelo, para su atormentado espíritu.

Así pues, tras visitar España y volver a Argentina en 1949, después de la muerte de Eusebio, Encarna escribe a Mercedes desde Buenos Aires:

“Ya no puedo vivir en España. Dese que estoy aquí tengo la sensación de libertad impagable. Además he vuelto con más fe aún a la iglesia, que aquí es más limpia, más filosófica, más sana. ¡Allí me agobiaba! Ahora comprendo mi rebelión de toda una vida. ¡No soy española! Adoro el suelo pero no el espíritu, así es imposible vivir.”

Feminismo

En una época en la que el feminismo en España se estaba fraguando y las corrientes feministas tenían un carácter aislado y no tan activo como pudiera ser el movimiento sufragista anglosajón, poco a poco se va gestando y va analizando la situación de desigualdad y subordinación de la mujer frente al hombre. Encarna no es ajena a ello y como mujer demanda, desde sus artículos periodísticos un feminismo temprano, apasionado y consecuente con la situación de la mujer en los años 20. Si bien su mirada es bastante pesimista:

 “… es infinitamente mayor el número de mujeres a quien tiene por completo sin cuidado su emancipación de la tutela masculina.”

Como ya vimos antes, arremete también contra la educación a la que son sometidas las mujeres.

También fue firme defensora del movimiento abolicionista contra las leyes que permitían la prostitución:

“Mujer une tu voz a las nuestras y ayúdanos a abolir leyes odiosas y a salvar a la parte más miserable de la sociedad”.

“No vivas tranquila, mujer, mientras exista, protegido por la ley, el horrible tráfico de la carne humana”.

Por supuesto, apoya el sufragio femenino que considera que es necesario como medio para alcanzar “todos nuestros ideales”. Según Encarna, al reclamar el voto para la mujer, las sufragistas piden:

“… escuelas, leyes honradas, paz para la humanidad (…), igualdad de derechos con el hombre, porque somos humanos como él y la Ley sabe castigar exactamente lo mismo nuestros delitos y los suyos. Y si para el mal tenemos la misma responsabilidad, no puede negarse que la hemos de tener también para todas las cosas.”

En realidad, estas son sólo algunas pinceladas de las muchas cosas que Encarnación Aragoneses tenía que decir y dijo, y sus palabras, tanto en su obra literaria, como en sus artículos periodísticos y en sus cartas nos ayudan a entender mejor a la persona detrás de Elena Fortún. Parece ser que era “una escritora completa, fantástica criatura que irradiaba luz y calor en torno suyo, a costa de quedarse muerta” según la describe Carmen Conde en su Elegía a Elena Fortún. Otra más de sus contradicciones, ella se creía egoísta y vanidosa, pero los que la rodeaban la veían generosa y sencilla y llena de luz.


FUENTES
- Marisol Dorao, Los mil sueños de Elena Fortún. Alcornoque Ediciones, 2001.
- Mª Jesús Fraga Fernández-Cuevas, Elena Fortún, Periodista. Editorial Pliegos, 2013.

- Nuria Capdevilla-Argüelles, Autoras inciertas. Voces olvidadas de nuestro feminismo. Cuadernos inacabados. Horas y horas la editorial, 2008.
- Mª Jesús Fraga Fernández-Cuevas, Elena Fortún y Carmen Conde. Memoria de una amistad en ocho cartas. Clarín, 119, 2015.
- Carmen Martín Gaite, Pesquisa tardía sobre Elena Fortún (prólogo de Celia, lo que dice)  Madrid, Alianza, 1992.

Este post forma parte del proyecto Adopta una autora.